Cómo buscar empleo… estratégicamente

Cómo buscar empleo… estratégicamente

Fuente:EMPRENDICES,19/10/2020 04:25 pm


Por Carlos Nava Condarco
 

La Estrategia es el “arte de dirigir las operaciones de negocios”, y a efectos de buscar empleo, las personas son, en sí mismas, negocios que se colocan en venta en el mercado. Es así de simple, aunque las connotaciones del tema llamen a otras reflexiones.


Hay ciertamente muchas formas de buscar empleo, pero las más efectivas responden por fuerza a criterios técnicos formales. Al menos si se quiere ser efectivo. El profesional que hace del empleo una forma de generar ingresos para su vida, es igualmente un profesional el momento de evaluar opciones para emplearse. Busca y recurre a cuanto conocimiento y proceso le pueda beneficiar en la tarea.


Cómo buscar empleo



¿Por qué la lógica estratégica puede ayudar a buscar empleo?


1.- La Estrategia es el sistema de gobierno que trata con el Conflicto.-

Sus orígenes se remontan a las operaciones militares. De allí extrae sus principales experiencias. En el mundo profesional y de los negocios, el conflicto está determinado por la competencia. Y en tanto que en los asuntos bélicos la Estrategia opera para vencer al enemigo, en éste otro lo hace para ganar el favor del cliente en desmedro del competidor.

Tener éxito en el empeño de buscar empleo, involucra prevalecer sobre muchos competidores.


2.- La Estrategia funciona en términos binarios para evaluar sus resultados.-

Positivo-negativo; éxito-fracaso; victoria-derrota; blanco-negro. Para ella no existen medios triunfos o derrotas parciales. Y en el caso de buscar empleo, la evaluación es igual: se halló o no se halló lo que se buscaba.

La Estrategia es una oda al sentido práctico, a la funcionalidad y el pragmatismo. Privilegia siempre la efectividad, incluso por encima de la eficiencia. Se enfoca en el QUÉ, no en el CÓMO.

Buscar empleo aplica en esta lógica. Ser práctico y efectivo en ello es fundamental.


3.- Para la Estrategia existe un enemigo mucho más importante que el competidor, y un aliado más grande que cualquier otro recurso: el tiempo.-

En la lógica estratégica esto se resuelve de forma simple: el tiempo siempre debe jugar a favor y ser un aliado, nunca puede operar en contra y ser un adversario.

Cuando el tiempo juega a favor, el éxito tiene gran probabilidad de alcanzarse, cuando juega en contra, el fracaso está garantizado.

Aplicados a la búsqueda de empleo estos fundamentos se traducen en lo siguiente:

Quién busca empleo debe DISTINGUIRSE para ser competitivo y prevalecer sobre los demás.

Para ser práctico y alcanzar resultados tiene que establecer muy bien los OBJETIVOS respecto al empleo que busca: tipo, particularidades, perspectivas, remuneración, etc.

El TIEMPO disponible debe estar bien definido para que la campaña de trabajo se adecúe a él. Igualmente los recursos financieros que permitan sostener gastos mientras se desarrolla la búsqueda.


¿Cómo puede DISTINGUIRSE un profesional en el proceso de buscar empleo en el mercado laboral?


Hay que ser claros en esto: si la persona no tiene un perfil distinguido, tendrá que invertir mucho tiempo y esfuerzo en destacarse de los demás. O deberá contar con algún recurso extraordinario que le otorgue ventaja ante el empleador: una recomendación directa, vínculos de amistad, una presentación “en frío” o finalmente suerte.


La Estrategia no descarta nada que pueda ser efectivo para alcanzar los propósitos, pero coloca énfasis en la necesidad de construir un perfil que se distinga en el mercado, porque es la forma más sólida y sostenible de prevalecer sobre los demás.


Hay una ventaja con la “distinción profesional”: no se limita a la campaña estratégica, es un activo que permanece con la persona y se va enriqueciendo a lo largo del tiempo.


En el extremo ideal de la escala se encuentran los profesionales MUY DISTINGUIDOS. Estos no tienen que afanarse en buscar empleo, por el contrario, reciben ofertas para evaluar. En el otro extremo están los profesionales MUY POCO DISTINGUIDOS, y dos cosas se cumplen con ellos: deben hacer un gran esfuerzo para buscar empleo y estar dispuestos a recibir remuneraciones menores por su trabajo.


Ahora bien, lo ideal es propender hacia el extremo virtuoso. Pero el criterio estratégico también es práctico en esto: hay que distanciarse del pelotón de los “poco distinguidos”. Con esto ya se gana mucho terreno, y hay un buen punto de partida.


La vida profesional es una justa de largo aliento, una carrera de resistencia, y la DISTINCIÓN se construye pacientemente a lo largo del tiempo. En este sentido, siempre tendrán mejores condiciones los profesionales que tengan más experiencia de trabajo y cuenten con la capacidad de exponerla en el mercado.


Tener algo y ser capaz de hacerlo conocer los demás, son dos cosas distintas. Para la Estrategia lo primero está asociado al Producto y lo segundo a su Venta.


Por último, más allá de una campaña específica para buscar empleo, la distinción profesional debe cultivarse SIEMPRE. Hasta el punto de estar en el sitial donde ya no se busca y se es buscado.


Para distinguirse en el mercado laboral hay que exponer lo que se es y lo que se sabe hacer.-


En esto también existe el camino convencional y el estratégico. Porque exponer es una cosa y simplemente “decir” qué se es y qué se hace, es otra.


Las hojas de vida tradicionales (los “curriculum vitae”), se ajustan más a lo último, porque son una forma de exposición pero una estática e inerte. Por mucho fundamento o respaldo que puedan incorporar.


Exponer quién se es y qué se sabe hacer ante una gran cantidad de personas, es algo que la tecnología ha facilitado mucho ahora. Existen todos los medios necesarios para ello. Quién no tiene habilidad de escribir, puede hablar, fotografiar o filmar lo que interesa. Y puede hacerlo sin incurrir en grandes costos todo el tiempo que considere conveniente.


Un carpintero puede mostrar su trabajo igual que un contador o un abogado. Todos tienen la posibilidad de exponer, ante un gran público, lo que son y saben. La teconología dispone escenario y audiencia, solo hay que poner en marcha la representación.


Es cuestión de imaginar por un momento, cómo planificaba su exposición un profesional en los años ´80. Su alcance dependía completamente de medios físicos. Los esfuerzos eran mucho mayores, y los costos también. Ahora hay medios disponibles por doquier (aunque muchos siguen exponiéndose igual que hace 30 años).


En esta época CUALQUIER profesional puede tener un Blog, o un canal de video propio. Puede construir un “podcast” o un perfil profesional dinámico en infinidad de plataformas virtuales especializadas. El escenario existe, y ¡vaya en qué dimensión!



¿Cuál es el problema?

Sencillo. Pocos hacen uso de estos escenarios. Y mucho menos con criterio estratégico.


Es más, la gran mayoría los ABANDONA una vez que ha conseguido empleo. Para ellos, estos medios son como un “taxi”: poco importa después que los ha llevado donde querían.


Los perfiles de LinkedIn son un interesante ejemplo de esto. Muestran personas muy activas durante ciertos periodos de tiempo (exponiéndose en el afán de buscar empleo), y quedan totalmente estáticos luego.


Es como si el perfil (que es un exponente de la capacidad profesional propiamente dicha), fuese un “abrigo” que se usa en tanto se va de un lugar a otro, y luego de llegar se “cuelga” en un perchero.


El profesional que se entiende como su “propio negocio”, no abandona ningún escenario en el que se manifieste y cotice su saber. No lo hace nunca. Porque entiende que eso es un perjuicio absurdo. Nadie va por la vida ocultando su identidad de tiempo en tiempo, ¿por qué debería hacerlo un profesional luego de haber encontrado, circunstancialmente, un empleo?


Ahora bien, quedó dicho que la Estrategia privilegia el QUÉ sobre el CÓMO, por lo tanto hay que EXPONERSE en el mercado laboral para alcanzar distinción.


¡Muestre su trabajo!


Exponga lo que sabe hacer.


Si se ajusta a sus habilidades, tenga un Blog profesional y manténgalo activo toda su vida. Muestre al mundo su producción, ¡contribuya! Escriba, hable, filme, interactúe con otros, comente, participe en debates. No cuesta mucho, pero garantiza una vida de realizaciones. Se trata de usted mismo, no le está haciendo un favor a nadie más.


Y no lo haga solo para buscar un empleo. Esto será una consecuencia de lo anterior, un simple “efecto colateral”. La exposición del trabajo profesional construye distinción en el mercado, y a partir de ello demanda por los servicios y valoración en las retribuciones.


Dedique al menos una fracción del tiempo que invierte en Facebook (o cosas parecidas), a su perfil de LinkedIn y otras dinámicas profesionales de ese tipo. Los frutos serán extraordinarios en el tiempo. Por una parte porque pocos lo hacen consistentemente, y por otra, porque hay un efecto compuesto: el beneficio se acumula en el tiempo.


Ahora bien, muchos argumentarán que a diferencia de Facebook, es más difícil mantener dinámica en una red profesional. Y esto sí es un serio problema. Porque si no se sabe qué decir o hacer en el perfil profesional, de poco ha servido aprender un oficio y practicarlo largo tiempo.


Afortunadamente esto no es lo usual. La mayor parte de la gente abandona su exposición profesional simplemente por displicencia, irresponsabilidad, o curiosamente, porque ya tienen un empleo.


Una nota importante respecto a la exposición, distinción y construcción del perfil profesional competitivo:


Es importante INVERTIR esfuerzo, tiempo y todo lo que corresponda, en las técnicas de exposición


Muchas personas que buscan empleo, entienden poco de la importancia de Invertir para Ganar, de sembrar para cosechar. Mientras mayor sea la inversión, mejor será el resultado. Las mejores cosas no llegan por azar, siempre son efecto de esfuerzo y sacrificio. Y de esto se trata la lógica de invertir.


Hay innumerables elementos de orientación y capacitación para una exposición óptima:

  • Cursos
  • Videos
  • Tutoriales
  • Conferencias
  • Foros
  • Asesores
  • Coachs
  • Etc.


Todo ello desarrolla experticia para el dominio de los medios. Desde la forma apropiada de hacer un curriculum, hasta la manera de posicionar un artículo o un video de exposición profesional.


Todo eso forma parte del CÓMO. Y está disponible en abundancia. Muchas cosas a bajo costo, y otras completamente gratis. En el primer caso, se tendrá que invertir algo de dinero y en el segundo, tiempo.


Para buscar empleo estratégicamente, deben definirse bien los OBJETIVOS


Cuando se establece el QUÉ más importante que el CÓMO, se hace una alusión directa a la calidad de los objetivos.


En el proceso de buscar empleo, estos objetivos pueden ser de tres tipos:

  • Muy generales. “Busco un empleo relacionado con lo que sé hacer”
     
  • Particulares. “Busco un empleo vinculado con mis experiencias previas”
     
  • Específicos. “Busco un empleo en una determinada industria, una empresa, un lugar geográfico, una escala salarial, etc.”
     

En función del objetivo, se define el carácter de la EXPOSICIÓN.


Si la búsqueda es más bien “general”, la exposición del perfil profesional y la capacidad de producción, deben relacionarse con los conocimientos amplios que se poseen y las experiencias generales que se han acumulado.


Habitualmente los objetivos generales pretenden ampliar el campo de ejercicio profesional, identificar nuevas posibilidades o cambiar experiencias en relación a las previas. Y para esto la exposición del perfil tiene que ser lo más amplia posible.


En el Blog, o cualquier plataforma que se esté utilizando para la exposición, deben aportarse conocimientos genéricos. Enfatizando, donde corresponda, la especialización, el conocimiento y la experiencia distinguida que se tiene.


El Documento de Vida debe establecer lo anterior, y destacar que el objetivo es encontrar algo nuevo y/o ampliar el campo de ejercicio profesional. A efectos de las hojas de vida, la mejor mentira es siempre la verdad. Por lo tanto debe plantearse abiertamente el objetivo que se tiene.


Buscar un empleo involucra alcanzar un objetivo de dos dimensiones: el trabajo como tal y el salario asociado. ¡A no olvidarlo! Esto es como salir a pescar cierto tipo de pez y de un determinado tamaño. Evidentemente, la variable que define la búsqueda es el pez, pero si éste no tiene el tamaño o peso que se busca, el afán es incompleto.


Con el empleo es igual: se lo puede encontrar en la forma deseada, pero sin el agregado salarial que se pretende. Para evitar esto, el objetivo de búsqueda y el tipo de exposición deben ser lo más específicos posibles.


En el caso de las búsquedas “particulares” lo que habitualmente se pretende hallar es un empleo que se vincule con experiencias previas. Retomar el tipo de actividad desarrollada anteriormente.


Acá la exposición debe hacer énfasis en la EXPERIENCIA que se posee. En pormenores y particularidades profesionales vividas en trabajos anteriores. En el Blog, foros, debates y toda instancia de exposición, se deben enfatizar las experiencias vividas.


Las búsquedas particulares cuentan con un elemento que les otorga una ventaja estratégica que no tienen las otras dos: en la exposición de las experiencias profesionales se puede hacer referencia a empleadores previos, empresas, marcas, proyectos, equipos de trabajo, etc.


Ejemplo: “Cuando se abordaban estos desafíos en la empresa XXX, los equipos de trabajo se disponían de la siguiente manera, los cronogramas de ésta otra forma y la supervisión se hacía así”.


Los medios de exposición que existen ahora, permiten hacer este tipo de descripciones sin que en ello quede cuestionada la ética profesional. Las cosas se deben hacer con tino, por supuesto, pero la dinámica laboral moderna exige referencias de este tipo.


Nuevamente, el profesional debe estar consciente que es un Negocio en sí mismo, y que tiene todo el derecho del mundo de maximizar sus resultados. Cuando se auto-limita en la exposición de experiencias asociadas a empleadores previos (o lo pacta con ellos de ésa manera), se convierte en un Negocio obligado a trabajar con ciertos clientes en exclusividad. Y para que ello se justifique, ésos clientes debieran pagar muy bien los servicios recibidos.


Pro el pago «por exclusividad» no se da en el empleo. Por lo tanto, el profesional tiene todo el derecho de utilizar para su beneficio las experiencias que hubiera acumulado en todos sus empleos.


Las búsquedas particulares se producen, muchas veces, en organizaciones competidores, y por ello cobra más valor la exposición de todas las experiencias que se han tenido.


Por último, los objetivos específicos para buscar empleo. Estos son los procesos más interesantes, porque están asociados a un crecimiento profesional concreto.


Estas búsquedas no se limitan a profesionales de elevado perfil o mucha experiencia. También pueden ser hechas por profesionales nóveles que quieren darle cierto curso a su carrera. Cualquiera que sea el caso, ésta búsqueda demanda una exposición de naturaleza táctica. Y esto es diferente a lo visto previamente.


Las búsquedas específicas apuntan a ciertos puestos de trabajo y empleadores. A determinadas organizaciones, áreas o puestos, y posiblemente, estándares concretos de retribución salarial.


El profesional que tiene estos objetivos debe conocer muy bien a los prospectos. Debe estudiarlos. Estar al tanto del momento que surgen las demandas para incorporar nuevos profesionales, cómo se efectúan las convocatorias, qué factores se califican y cómo, quienes lo hacen, cuánto tiempo se toman, etc. ¡Debe investigarlo todo!



¿Parece algo heterodoxo? No lo es.

Desde el punto de vista de la Estrategia es algo completamente convencional, y lo más lógico que existe. Si un profesional tiene un objetivo específico de empleo, puede invertir tiempo y recursos en conocer TODO lo que vea conveniente de sus prospectos. En tanto más sepa sobre ellos, mayor su probabilidad de acierto.


El trabajo debe hacerse por medio de contactos próximos y acercamientos personales. Es igual que hacer una venta corporativa. Hay que generar citas y espacios para exponer productos y servicios. Visitas, reuniones, invitaciones, etc.


¡Nada de esto se encuentra fuera de lugar! El profesional que busca empleo es un Negocio que busca clientes. Y en este caso los busca con criterio selectivo.


Si es necesario visitar las empresas más de una vez, se lo hace. Si hay que tener reuniones con varias personas en diferentes fechas y lugares, se las tiene. En todos los casos se expone francamente el deseo de formar parte de «ése» equipo profesional cuando las condiciones se presenten.


Si se puede mantener amistad con alguien en la Organización, cuánto mejor. Porque ésa relación aumenta las posibilidades de reconocimiento en el momento preciso. Si hay posibilidad de establecer contacto con secretarias, recepcionistas, mensajeros, etc., genial, porque estas personas siempre están bien informadas de lo que sucede al interior de las instituciones.


No tiene que hacerse este trabajo con una sola Organización, pueden ser más. Pero al tratarse de una búsqueda específica, no es conve niente que sean demasiadas, porque se puede perder enfoque.


Hay que tener cuidado con no ser impertinente, por supuesto. Pero perseverante e insistente, ¡siempre! Esto es un Negocio, un juego de oferta y demanda, nada personal. Y desde el punto de vista estratégico, la persistencia tiene algo importante a su favor: elimina competidores. Porque no todos tienen la paciencia de sostener esfuerzos como estos mucho tiempo.


Para buscar empleo estratégicamente, el TIEMPO debe ser un aliado, no un enemigo


Lo peor que se puede hacer es engañarse uno mismo respecto a este tema. El tiempo es un factor fundamental. O juega a favor o en contra. Éste es el carácter que tiene para la lógica estratégica.


Si los objetivos han sido bien definidos, las acciones son correctas, y el tiempo no juega en contra, la probabilidad de alcanzar lo que se busca es enorme, sea lo que esto fuere, o el tamaño que tuviere.


Si se evalúan algunos de los resultados más importantes en la vida personal y profesional, se verificará que muchos fracasos y abandonos responden al factor tiempo. Bien lo explica Warren Buffett cuando afirma que no hay inversión mala si se domina el arte de gestión del largo plazo.


Buscar empleo responde, obviamente, a la necesidad de generar ingresos. Y cuando ésta línea de tiempo tiene un límite inflexible, condiciona el éxito de la campaña. Cuando los límites de tiempo se aproximan, cualquier resultado es mejor a «cero». ¿Correcto?


Pero éste razonamiento, a pesar de su lógica, encierra una trampa.


En la urgencia por resolver un problema de ingresos de corto plazo, muchas personas toman un empleo de baja calidad (uno que no se ajusta a sus objetivos), y sólo provocan que se pierda aún más tiempo. Porque aquél que dure el empleo de “baja calidad”, juega en contra de lo que realmente interesa.


Buscar un empleo es un Negocio


Y se desarrolla así: exponer un factor distinguido, establecer objetivos precisos, manejar el tiempo a favor y organizar los recursos (especialmente financieros) para todo el proceso.


¡De esto se trata!


Buscar empleo no debe tomarse como un proceso de “sálvese quien pueda”, y no puede llevarse a la práctica sustentado en criterios “contingenciales” y/o autoengaños.


Quién busca empleo de forma profesional, toma esta vía para generar los ingresos que precisa en la vida que ha escogido. Muchos dirán (incluido el autor de este artículo), que el empleo no es necesariamente, la mejor opción para el desarrollo profesional o financiero, pero es una opción importante, y debe ser trabajada con orden y seriedad.


El “profesional del empleo” (si así puede llamarse), maneja muy bien la lógica del tiempo que puede existir entre un empleo y otro, y las contingencias que esto conlleva. Sabe administrar bien sus deudas, porque ellas son, posiblemente, la trampa más grande de un empleado, especialmente si son para consumo corriente.


Tiene definidos presupuestos financieros que cubren contingencias de ingresos. Es un experto en toda mecánica de ahorro y en estructuras flexibles de gastos personales y familiares.


Vivir de un empleo, o de muchos a lo largo del tiempo, no quiere decir que se lo haga sin pautas de calidad respecto a salarios y relaciones con los empleadores. Tampoco que ésos periodos “entre empleos” constituyan motivo permanente de zozobra o incertidumbre. El “profesional del empleo” sabe que son una parte natural de la dinámica, un factor del juego. Como lo son las tormentas para el marinero.


Una cosa diferente es tomar el empleo bajo el criterio del convencionalismo social que lo presenta como la “única forma segura” de generar ingresos y sobrevivir. Ésa lógica se ajusta más al carácter de la Revolución Industrial del siglo XVIII que a la era de la “democratización del empleo y la transnacionalización de las relaciones laborales” que ya está completamente activa.

 


 

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