Seguro que has oído el término coaching. Es algo que cada vez es más frecuente, aunque en realidad siempre ha existido. Coaching viene de coach y es, traduciendo, un entrenador. El coach, en fútbol, es el entrenador, la persona que dirige el equipo, que se encarga de los entrenamientos, dirige los partidos, establece metas y objetivos. Además, se encarga de muchas otras cosas.
En el mundo del coaching, la persona que se dedica a esto se ha formado para motivar a otros, y para enseñarles técnicas que ayuden a alcanzar las metas que se quieren conseguir. Existen decenas de tipos de coaching, desde el personal hasta el profesional específico, pasando, por ejemplo, por el coaching nutricional. Hoy nos dedicamos al coach ejecutivo.
¿Qué es un coach ejecutivo?
Un coach ejecutivo traslada el proceso de coaching al área profesional. Se centra en los comportamientos e interacciones que tienen lugar en el trabajo, es decir, en las empresas. Como su nombre indica, esto se hace a nivel de ejecutivos, y propone un entrenamiento para desarrollar las habilidades necesarias para mejorar la actividad de ese profesional.
Por tanto, el objetivo de este entrenador es maximizar el potencial de la persona en ese contexto ejecutivo. A diferencia de otros métodos de coaching, no tiene por qué estar orientado a conseguir de objetivos concretos, sino que todo el centro de atención se dirige al desarrollo de las capacidades humanas. Esto incluye habilidades sociales, al desarrollo de la capacidad de liderazgo (fundamental) y aplicar todo lo aprendido para mejorar las dinámicas de grupo con los equipos de trabajo.
Por ejemplo, el coaching ejecutivo se puede utilizar para mejorar la escucha activa, las habilidades que mejoren la toma de decisiones y las relaciones con los subalternos, para aprender a manejar el estrés o gestionar los momentos de gran tensión.
Es importante saber qué no es un coach: no es un psicólogo, ni un consultor, ni se trata de un mentor. El coach guía, acompaña y motiva, pero no resolverá conflictos emocionales.
Salidas profesionales de un coach ejecutivo
Como puedes deducir después de todo lo dicho, las salidas profesionales del coach ejecutivo están muy claras. Allá donde existe un ejecutivo, existe un potencial cliente para este profesional.
El coach ejecutivo es necesario cuando no hay buena comunicación entre ese ejecutivo y sus subalternos, o sus superiores. Puede ser por inseguridad, por un lado, o por falta de confianza en su equipo. O porque no sabe delegar.
También se necesita un coach ejecutivo cuando esa persona está sometida a mucho estrés y ansiedad, o si se bloquea con frecuencia. En definitiva, cuando el ejecutivo no sabe sacar lo mejor de su equipo, y potenciarlo, o cuando eso sucede con sí mismo.
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