El Community Manager puede tener una vida corta. ¿Sobrevivirá a la era de la inteligencia artificial?
El cambio de paradigma.
El 4 de febrero de 2004 comenzó un cambio de paradigma en la relación con nuestros clientes. Por aquel entonces ya se habían creado más de una decena de redes sociales. Sin embargo, la puesta en marcha de Facebook, supuso sin duda un antes y un después en la forma de relacionarnos con otras personas. Las grandes empresas no tardaron mucho en darse cuenta de que algo que crecía de forma exponencial.
Disponía de tal cantidad de datos de usuarios, que iba a tener una importancia descomunal en la forma en la que se relacionaban las empresas con los clientes. Este hito supuso un empuje para otras redes que habían empezado poco antes (como LinkedIn) y abrió la puerta para nuevos modelos de redes (Instagram, Twitter, Pinteres, Snapchat, Qzone…).
La proliferación de las redes.
Fue tan abrumadora, que el mundo laboral no tardó en crear la figura del community manager, dedicado básicamente a atender y gestionar a todos esos usuarios que se comunicaban con las empresas a través de este nuevo canal. Junto con la profesión, apareció la necesidad de medir el trabajo de estas nuevas figuras y algunas de las métricas escogidas fueron el número de seguidores conseguidos o a cantidad de likes que obtenía una nueva publicación.
Todavía hay empresas y nuevos emprendedores que miden así el trabajo de estos profesionales. Cuando buscan contratar un community manager le preguntan cuantos posts publicará a la semana, cuantos seguidores va a conseguir y cuántos likes van a tener sus productos. Elegir al profesional que será la cara de tu empresa en base a su coste por publicación, es algo peligroso que puede acabar dañando seriamente tu marca y parte de tu capital, tu red de clientes.
En este otro post, podéis encontrar unas cuantas razones para contratar un community manager y algunas cosas que deberían tener los que elijáis. Os adelanto que atraer clientes (no confundir con seguidores) y conseguir que moneticen es una de ellas. Por eso, si se hace bien, el algo muy beneficioso para la empresa.
La inteligencia artificial y su relación con las personas.
El uso de la inteligencia artificial en todos los ámbitos de nuestra vida es ya una tendencia imparable. Los trabajos repetitivos, monótonos o peligrosos, son los que serán sustituidos en primer lugar, pero la evolución de los cerebros virtuales irá más allá. Hace poco tuve el placer de asistir a una conferencia de uno de los principales ejecutivos de Google España sobre este tema. Relataba uno de los últimos casos que han vivido en la compañía californiana. La principal función de Google es el procesamiento y almacenamiento de datos. Para ello, disponen de una cantidad ingente de servidores en los lugares más remotos del mundo. Aparte de la inversión en los equipos, el principal gasto de estos data centers es el consumo de energía. Después de la alimentación de los equipos, la refrigeración de estos supone la principal partida de gasto. Como podéis imaginar los mejores ingenieros industriales de la compañía y de sus proveedores trabajan en la optimización de estos sistemas de enfriamiento para minimizar el consumo. Nadie pensaba que se pudiera optimizar algo más, hasta que pusieron a trabajar los sistemas de inteligencia artificial de la compañía. En pocos días obtuvo una nueva configuración que proporcionaba una considerable mejora respecto al que estaban utilizando hasta la fecha. La velocidad de aprendizaje de estos algoritmos soportados por superordenadores, dejó atrás el trabajo de los mejores técnicos. Aunque se trata de algoritmos complejos, la potencia de esta herramienta se basa en probar millones de posibles combinaciones por segundo. Si calculas todas las posibles soluciones, consigues das con la solución óptima, superando la capacidad humana. Asusta, ¿verdad?
El potencial de la gestión masiva de datos.
La inteligencia artificial y el big data son ya parte fundamental de la gestión de redes sociales. Hoy en día, los principales usuarios son las propias compañías que proveen el software, capaces de analizar millones de publicaciones, imágenes y perfiles de usuario. El potencial para extraer la información acerca de los hábitos de consumo de los usuarios es enorme. Las imágenes subidas a redes son etiquetadas automáticamente y analizadas, permitiendo orientar la publicidad. Una foto de una familia con un perro permitirá mostrar anuncios en la red de display sobre comida para perros, mientras que otra en las que aparezcan monumentos reconocibles etiquetarán al usuario como consumidor de paquetes de viajes.
¿Cómo puede usar el community manager esas herramientas para la gestión de redes sociales?
El community manager, además de gestionar la comunidad, tiene la posibilidad de llevar a cabo campañas sem en todas las redes sociales. Facebook, LinkedIn, Twitter o Instagram, entre otras, permiten crear campañas y segmentarlas en función de los parámetros almacenados por la red social. Puede segmentar el publico objetivo por edad, estado civil, sexo, intereses, zona geográfica… para captar nuevos potenciales clientes y usuarios. Aunque esa labor suele ser ejecutada por un especialista sem, es conveniente que el community manager supervise el modelo de los anuncios, la frecuencia con la que se muestran y el tiempo que se mantiene a ese potencial cliente en la lista de potenciales. Una frecuencia excesiva de publicidad de una misma empresa, puede acabar alejando al potencial cliente. El big data gestionado por las empresas de redes sociales, nos permitirá también promocionar nuestras publicaciones con usuarios que se comportan de forma similar a aquellos que ya han interactuado con nosotros. Usuarios similares en base a su comportamiento en la red.
¿Y qué valor puede aportar un community manager para evitar ser remplazado por la inteligencia artificial?
En un mundo infoxicado, los usuarios, abrumados por tanta información, desconfían de lo que se les ofrece. La empatía y la capacidad humana para adaptar el proceso de comunicación a la situación y el estado de ánimo del interlocutor puede aportar una confianza difícil de conseguir con automatización. Por lo tanto, es ahí donde reside uno de los principales valores del community manager.
La tasa de conversión actual de aquellos potenciales clientes que llegan a nuestras webs, es cada vez más baja. Uno de los principales motivos es la facilidad para encontrar múltiples proveedores para un mismo producto o servicio y la dificultad para hablar con un asesor. La gestión personalizada y el trato humano disparan esa tasa de éxito, por lo que el gestor de redes debe buscar provocar esos contactos para conseguir la ganar la confianza del usuario. En un mercado en el que cada vez más se realizan las compras sin ninguna interacción humana, el asesoramiento y la involucración con las necesidades del usuario, generan fidelidad a la marca y valiosas recomendaciones.
Rocío Orta
Si te encuentras ante la tarea de tener que redactar tu curriculum, seguro que te ha surgido la duda de elegir entre títulos o habilidades para destacar en tu CV. ¿Cierto?
En la actualidad vivimos en una sociedad compleja y sobre todo cambiante que tiene su impulso en la tecnología, pero, las universidades aún van lentas a la hora de adaptarse a la criba curricular necesaria hoy en día. Por ello se enfrenta a tiempos de acelerados cambios y de adaptación a otras fuentes de formación, las cuales están en auge, destacando la formación en habilidades. A continuación, te comentamos que debes destacar en tu currículum.
Imagen: Pexels
Hay estudios que afirman que el 75% de las empresas tuvieron escasez de talento humano y por ese motivo redujeron requisitos como por ejemplo el título universitario, dándoles más prioridad a las habilidades adquiridas.
¿Sabías qué empresarios como Steve Jobs, Gates o Mark Zuckerberg dejaron sus estudios antes de finalizarlos?
Sin embargo, no debes olvidar que el título universitario todavía te da acceso vip a algunas empresas hasta que cambien esa mentalidad y se unan al progreso.
¿Cuáles son las diferencias principales entre títulos profesionales y habilidades?
En el mercado laboral al que nos enfrentamos en la actualidad, además de poseer títulos, es fundamental contar con habilidades que tengan valor para los reclutadores.
Las principales diferencias entre títulos y habilidades son las siguientes:
Títulos: Son certificados que confirman que una persona ha finalizado con éxito algún estudio de nivel superior y, por lo tanto, tiene los conocimientos apropiados para realizar la profesión asociada a él.
Habilidades: Es la destreza con la que cuenta una persona para llevar a cabo tareas específicas que pueden ser de:
- Carácter personal.
- Físico.
- Profesional.
¿Qué habilidades poner en el CV?
Como ves, la tendencia que está en auge a la hora de realizar nuevas contrataciones radica en prestar más atención a las habilidades de los aspirantes en lugar de valorar nada más sus títulos oficiales laborales.
Por ello, debes presentarte como una persona hábil en tu rama de trabajo y crecer mediante cursos, tutoriales o cualquier otra formación complementaría para aumentar tus ventajas frente a los demás candidatos.
Las habilidades que pongas en tu curriculum tienen que ser relevantes para el puesto del trabajo al que estás optando, o bien, que aporte información sobre ti como trabajador.
Antes de centrarnos en que habilidades poner en el CV es importante que conozcas los diferentes tipos de habilidades que existen:
Habilidades duras: Son aquellas que tienen relación con su campo de especialización y además implican un conocimiento práctico o técnico que se puede conseguir mediante la capacitación o la experiencia. Suelen ser habilidades que se pueden enseñar y medir.
Habilidades blandas: Son las que posee cada individuo y describe su modo de trabajar. Están asociadas a la personalidad y se pueden aplicar a cualquier puesto de trabajo. Se trata de habilidades transferibles que ayudan a la adaptación al entorno laboral. También son conocidas como habilidades sociales. Algunas de las habilidades que se pueden incluir en este grupo son la toma de decisiones, la comunicación, la integridad, el liderazgo, el trabajo en equipo, el impulso y la gestión del tiempo.
Conclusión
Actualmente, las empresas buscan habilidades cada vez más variadas y específicas y los profesionales más buscados son aquellos que posean conocimientos específicos en áreas como:
- La programación.
- El Marketing Digital.
- La gestión de proyectos.
- La analítica de datos.
Para la mayoría de las empresas, trabajadores con habilidades blandas como la comunicación, el trabajo en equipo o la creatividad, además de ser polivalentes, se ha convertido en algo esencial.
Otras habilidades cada vez más valoradas por las empresas actuales y por el mercado laboral son la adaptabilidad, flexibilidad y capacidad de aprendizaje.
Ahora que ya sabes elegir entre títulos o habilidades para destacar en tu CV, tomate tu tiempo y da lo mejor de ti para redactar un CV que cause impacto y te permita crecer de manera profesional.
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