Por Sonora Star
Las primeras semillas sembradas en tierra lunar finalmente han brotado en un pequeño jardín cultivado en un laboratorio. Este pequeño cultivo, plantado con muestras de tierra devueltas por las misiones Apolo, brinda la esperanza de que algún día los astronautas puedan cultivar su propia comida en la Luna.
De acuerdo con un reporte publicado en la revista Communications Biology, el hallazgo sugiere que la agricultura en la Luna es posible, pero requerirá de atención especializada,
Ahora, los próximos pasos de la NASA serán incluir el análisis de la tierra lunar y explorar cómo los recursos lunares podrán apoyar las misiones a largo plazo.
Sin embargo, la tierra lunar es toda una “pesadilla” para todo jardinero. Este polvo fino de trozos afilados está lleno de hierro metálico y diminutos fragmentos de vidrio forjados por rocas espaciales. No contiene nitrógeno, fósforo y otros nutrientes que las plantas necesitan para crecer. Por lo que, a pesar de que los científicos lograron que las plantas crecieran en este material, no se sabe con certeza si dichas plantas podrán echar raíces en el espacio.
Para averiguarlo, tres investigadores de la Universidad de Florida realizaron experimentos con berro thale (Arabidopsis thaliana). Esta planta pertenece a la misma familia que las mostazas y puede crecer en tan solo un pequeño terrón de material. Eso fue clave porque los investigadores tenían solo un poco de tierra lunar para todos.
El equipo plantó semillas en pequeñas macetas que contenían aproximadamente un gramo de tierra cada una. Se llenaron cuatro recipientes con muestras devueltas por el Apolo 11, Apolo 12 y Apolo 17. Otros 16 recipientes se llenaron con material volcánico terrestre utilizado en experimentos anteriores para imitar la suciedad lunar. Todos se cultivaron bajo luces LED en el laboratorio y se regaron con un caldo de nutrientes.
Crecieron plantas en todas las macetas de tierra lunar, pero ninguna creció tan bien como las cultivadas en material volcánico. Las plantas más enfermizas que crecían en la luna eran diminutas y tenían una pigmentación púrpura, una señal de alerta para el estrés de las plantas. Todas las plantas cultivadas en tierra lunar extrajeron herramientas genéticas que normalmente se ven en plantas que luchan contra el estrés de la sal, los metales o las especies reactivas de oxígeno.
Esta innovadora investigación forma parte del Programa de Análisis de Muestras de Próxima Generación Apolo (ANGSA, por sus siglas en inglés). De acuerdo con Anna-Lisa Paul, bióloga molecular, es “un esfuerzo por estudiar las muestras devueltas del Programa Apolo” y que tendrá importantes repercusiones para futuras áreas de estudio.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, aseguró que la investigación es fundamental para los objetivos de exploración humana de la NASA, ya que será necesario utilizar los recursos en la Luna y Marte para desarrollar fuentes de alimentos para los astronautas que vivirán y operarán en el espacio exterior.
“Esta investigación sobre el crecimiento de las plantas también es un ejemplo clave de cómo la NASA está trabajando para descubrir innovaciones agrícolas que podrían ayudarnos a comprender cómo las plantas pueden superar las condiciones estresantes en áreas con escasez de alimentos aquí en la Tierra”, dijo.
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