Por Universia
La aparición y democratización de internet, la eclosión y avances de la telefonía móvil, el surgimiento de las redes sociales y otros canales de comunicación virtuales e instantáneos, la inteligencia artificial…
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La tecnología ha dado un salto espectacular en las últimas décadas y también tiene una incidencia clave en la búsqueda de empleo y procesos de selección.
Si echamos la vista atrás y viajamos diez años en el tiempo, probablemente nos sorprendamos planteándonos cómo buscábamos empleo, información para investigaciones o trabajos en educación y centros universitarios o de qué manera nos comunicábamos con amigos y familiares que están a miles de kilómetros de distancia.
La respuesta está en las nuevas tecnologías, en una conectividad sin límites que ha eliminado un importante número de barreras y ha acortado distancias. Esto ha redundado en todos los órdenes de nuestra vida, especialmente en lo profesional y en el ámbito educativo. Internet es clave en todo ello, y su generalización –así como el de otros avances tecnológicos– ha permitido, entre otros aspectos, que evolucione el teletrabajo o que los ciudadanos de todo el mundo tengan acceso a formaciones y propuestas de desarrollo profesional que sería difícil residiendo en determinadas regiones del planeta.
Ventajas de la tecnología en lo profesional
En el mundo hay 5.160 millones de usuarios de Internet. Es decir, dos tercios de la población mundial están en la red de redes según datos del informe Digital 2023 de We Are Social y Hootsuite. De media pasamos alrededor de seis horas y media –concretamente seis horas y 37 minutos– al día navegando por el ciberespacio y una parte importante de ese tiempo se destina a aplicaciones de mensajería instantánea y a redes sociales. ¿Qué efecto tienen estos y otros desarrollos informáticos en el día a día de las personas? A día de hoy son muchos los motivos positivos para seguir confiando en la tecnología como aliada en pleno siglo XXI.
Un mundo sin barreras geográficas para el empleo
Hoy es factible tanto estudiar en una universidad situada a miles de kilómetros de tu lugar de residencia como trabajar desde casa, sin tener que trasladarte a la oficina. Eso conlleva que la ciudadanía tiene nuevas oportunidades tanto de formarse y avanzar a nivel curricular como de compaginar la vida personal y la faceta profesional. Esto disminuye la desigualdad que se da en ciertas zonas del mundo y ayuda a realizarse de manera más efectiva a todos los niveles, tanto en el ámbito familiar como en el laboral. Instituciones como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) avalan las cualidades que tiene poder trabajar a distancia
Nuevos puestos de trabajo
La aparición de las tecnologías, como otros avances que se han dado a lo largo de la historia, conlleva que emerjan perfiles profesionales novedosos que precisan ser cubiertos. Según el Foro Económico Mundial (WEF) en 2025 la tecnología habrá creador alrededor de 97 millones de empleos a nivel internacional, una cifra a tener muy en cuenta. Esto está dando pie a que se generen formaciones específicas para poder dar al mercado laboral los profesionales que se requieren para tareas de gran especialización y alta cualificación.
Aumento de la productividad en el empleo
Derivados y vinculados de una u otra forma a los aspectos anteriores hay consecuencias muy positivas de la innovación tecnológica como son el aumento de la productividad a todos los niveles. Existen herramientas, aplicaciones y sistemas que son aliados en el entorno laboral y eso redunda en la intimidad por igual, pues mayor eficiencia conlleva un incremento del tiempo para poder disfrutar del ocio y de la familia y los amigos.
Desventajas de la tecnología en el trabajo
Como comentamos al comienzo, no todo son luces en relación a la innovación tecnológica. Con el tiempo se van comprobando algunas de las sombras que se ciernen sobre los avances 2.0.
Aislamiento y desconexión social
El mal uso –el abuso– de los medios digitales, de redes sociales y otros sistemas de ocio y entretenimiento están generando cierto aislamiento de las personas y eso tiene consecuencias negativas en la sensación de bienestar e, incluso, en el desarrollo profesional. Se da además el fenómeno de la dependencia de redes y se está evidenciando de qué manera un uso excesivo afecta especialmente a los niños y adolescentes. Desde el punto de vista del empleo, la falta de contacto directo puede generar cierta desafección y problemas vinculados al trabajo en equipo si no se dominan las herramientas con las que se trabaja.
Dilemas éticos y morales
Tecnologías como la inteligencia artificial (IA) han llegado para quedarse y también para llevarnos a la reflexión. Están dándose situaciones y contextos en los que hay que establecer los límites a avances como este que llegan en cierta manera a poner en riesgo derechos de las personas y vuelve a darse el temor a que la tecnología pueda sustituir al profesional en ciertos sectores industriales y empresariales. La privacidad –cada vez más en riesgo– y la deshumanización que se está generando en paralelo a la eclosión de ciertas innovaciones también han de ser tenidas en cuenta al tratar sobre los contras de las nuevas fórmulas y medios que da a luz la tecnología.
Cambio climático y contaminación
Existen cada vez más informes e investigaciones que evidencian de qué manera la innovación tecnológica está contribuyendo al cambio climático. El uso de internet de forma personal y profesional, la necesidad de contar con centros de datos por las empresas que generan un gran gasto energético, el auge del comercio electrónico, la alimentación, la industria textil… Son aspectos que van sumando enteros y generan un aumento notable de la contaminación que se está dando hacia el planeta. Es imprescindible que se sigan tomando medidas efectivas para poner freno a esta situación que está entre las consecuencias negativas más graves fruto de los avances en tecnología.