Por Sonora Star
Los emprendedores son personas ocupadas. Desde reuniones virtuales, correos electrónicos, mensajes y más, mantenerse al día con las demandas profesionales parece ser una lucha interminable.
La dura verdad es que nadie puede prepararse para el éxito si mantiene una agenda ocupada y dedica cada minuto del día a pensar en su negocio. Incluso los emprendedores más exitosos saben que cualquier empresa tarda años, y no días, en crecer.
Cambiar esta mentalidad “siempre activa” puede parecer abrumador. Sin embargo, con solo realizar unos pequeños ajustes podrás colocarte en el camino correcto para administrar correctamente tu tiempo.
Estos son tres trucos para lograrlo:
1. Despéjate
Todos hemos tenido días en los que pasamos hasta ocho horas seguidas frente a nueestra computadora y pantallas de smartphones. Probablemente estás consciente de que esto no es saludable, pero lo haces de todos modos.
Si bien puedes pensar que distraerte te ayudará un alivio temporal, esto no es efectivo. Debes aprender a separarte físicamente de tu espacio de trabajo para darte un tiempo de descanso tanto físico como mental.
Cuando tomes estos descansos, finalmente podrás impulsar tu productividad al permitir que tu mente divague de verdad y se reinicie. Ya sea una caminata corta en la cuadra para tomar el sol o tomarte unos momentos para jugar con tu mascota, estos momentos pueden llenarte de energía, felicidad, creatividad y te ayudarán a tomar un paso atrás para ver de nuevo el panorama general de las cosas.
2. Programación para el éxito
¿Lees correos o mensajes durante las reuniones? ¿Te pones al día con las noticias antes de una presentación? Para algunos puede parecer inútil intentar centrar su atención en una sola cosa en lugar de hacerlo con dos o tres cosas al mismo tiempo. Sin embargo, estar completamente enfocado en una tarea o proyecto en particular es vital para aumentar la productividad.
Al comienzo de cada semana, anota tus principales tareas y objetivos profesionales y personales. Comienza por anotar las tareas más importantes, aquellas que tienen fecha de vencimiento o que requieren tu atención, seguido de las tareas que puedes completar hoy y, por último, las que podrían delegarse o completarse otro día.
Sin importar la técnica que utilices para gestionar tu tiempo, apégate a las tareas y objetivos, y evalúa tu progreso al finalizar la semana.
3. Delegar
Como emprendedor o propietario de un negocio, probablemente te hayas preguntado, “si no hago esto ahora, ¿cuándo lo haré? ¿quién lo hará?”.
Siendo realistas, siempre que estés trabajando para alcanzar tus metas tendrás una tarea que completar, una llamada que hacer o una reunión a la que debes asistir. Por supuesto, a medida que tu negocio crece, esto es bueno. Pero el truco está en reconocer que no puedes, ni debes, hacer todo por tu cuenta.
Si bien es probable que la empresa de tus sueños no se construya de la noche a la mañana, comienza con una equipo en el que confíes. Sin él, nunca aprenderás a delegar. Como líder, es importante confiar en tu equipo, y como propietario de negocio, es importante delegar.
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