Por Sonora Star
¿Quién dice que el amor no es para siempre? Aunque los humanos vivamos decepciones amorosas y rupturas de corazón, esto no quiere decir que jamás encontraremos el amor.
¿No lo crees? La naturaleza nos da un gran ejemplo de ello. Las siguientes especies de animales nos demuestran que el amor existe, y va más allá de regalos, citas y fotos en redes sociales. Estas parejas se mantienen unidas por lazos especiales de afecto, cuidado mutuo y crianza. ¡Conócelos!
1. Pingüinos macaroni
Más del 90% de las aves son monógamas, pero ninguna demuestra su afecto como los pingüinos macaroni. Estas adorables parejas bailan cuando se ven, lo que científicamente se denomina como una “exhibición de éxtasis” (¿no podría definirse de la misma manera cuando los humanos vemos a nuestro ser amado?). Estos animales inflan el pecho, mueven la cabeza lado a lado y hacen un sonido parecido a un gorgoteo de agua. Cuando tienen crías, el padre cuida al polluelo mientras la madre busca comida, luchando juntos por la supervivencia de su cría.
2. Grullas canadienses
Para expresar nuestros sentimientos de amor, los humanos tenemos canciones y poemas, pero las grullas canadienses tienen un “llamado al unísono” para profesar su vínculo con su pareja. Las grullas hembras graznan dos veces y las grullas macho les responden con un solo graznido. Estas aves también son bailarines elegantes, mismo que realizan en cualquier época del año, pero especialmente durante la temporada de apareamiento.
3. Caballitos de mar
Varios estudios han demostrado que los caballitos de mar son una especie monógama. Cuando encuentran una pareja que les interesa, coquetean con ella entrelazando la cola y bailando. Sus roles son bastante diferentes a los de otras especies: el caballito de mar macho carga a las crías en la bolsa que tienen en el estómago y los caballitos de mar hembras son un poco más agresivas, pues se ponen celosas y compiten entre sí por cierto macho.
4. Lobos grises
Un macho alfa y su compañera son una pareja poderosa; la jerarquía social de todos los demás lobos de la manada depende de ellos. La pareja se reproduce una vez al año. A pesar de ser considerados muy feroces, los lobos grises tienen su lado romántico. Ellos crían un núcleo familiar sólido que se basa en la lealtad, respeto y protección.
5. Castores
No existe mucha información sobre cómo los castores encuentran a sus parejas, pero una vez que lo hacen, se quedan con ella de por vida. Un estudio genétido de la Universidad Charles de Praga, República Checa, encontró que los castores se mantienen fieles a sus compañeros. Pero curiosamente esto solo aplica a los castores europeos, pues los castores de América se asocian, pero también “salen” con otros castores.
6. Cisnes
No por nada los cisnes son considerados como “animales del amor”. Estos animales comienzan a buscar a la pareja ideal desde los dos a los tres años de vida. Una vez que la encuentran, permanecen juntos hasta que uno de los dos muere o se pierde. Cuando cortejean, curvan el cuello el uno hacia el otro y forman un corazón, levantan las alas y se inclinan.
7. Gibones
Los gibones viven en pareja entre las ramas de los árboles. Sus relaciones son similares a las de los humanos: viven juntos, a veces son infieles, se separan e incluso se reconcilian. Pero las parejas de gibones que permanecen juntos se preparan mutuamente y se ayudan entre sí para criar a sus hijos.
8. Águila calva
Al igual que los lobos grises, las águilas regresan cada temporada de apareamiento con la misma pareja de siempre. Las águilas macho también ayudan a mantener calientes los huevos y alimentan a los polluelos una vez que nacen.
9. Lagarto del desierto
Estos lagartos originarios de Australia también vuelven con el mismo compañero cada temporada de apareamiento. Los machos cortejean a las hembras acariciándolas y lamiéndolas. Este ritual tiene sus frutos, pues su unión puede durar más de 20 años. Las parejas incluso caminan juntos, con el macho un poco detrás de la hembra.
10. Buitres negros
Aunque los buitres tienen una reputación bastante sombría y no son muy agraciados, también tienen suerte en el amor. Durante el cortejo, los machos rodean a las hembras con el cuello extendido y se lanzan hacia ellas. Las parejas permanecen juntas todo el año y, una vez que los huevos llegan a la familia, se turnan para incubarlos en jornadas de 24 horas.
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