Por Sonora Star
Comenzar el día debe ser un suceso emocionante y lleno de optimismo. Pero en cambio, para algunas personas, abrir los ojos en la mañana representa una pesadilla y un temor constante.
La calma de las mañanas nos permite estar relajados y recargar nuestra energía para comenzar el día. Esto mejora el funcionamiento de nuestras mentes y nos ayuda a tener una buena jornada de trabajo.
La atmósfera que te rodea al despertar es uno de los aspectos que influencian tu estado de ánimo. Si experimentas a tu alrededor energía pacífica, seguramente tendrás una actitud tranquila y positiva durante el día. Por otro lado, si despiertas en medio de un ambiente ruidoso, lo más probable es que te sientas irritado, y eso afectará tu estado de ánimo para la toma de decisiones.
Nuestros rituales matutinos deben estar llenos de cuidado personal, tiempo para reflexionar y momentos de optimismo para mantenernos felices durante todo el día. De acuerdo con un estudio de Harvard Business Review: “Los empleados que están de buen humor cuando llegan a la oficina desde casa ofrecen un servicio de alto valor que se traduce en productividad. Y los empleados que se levantan con pensamientos insatisfechos toman descansos para disminuir su estrés”.
Para superar el agotamiento y la falta de motivación, es importante practicar rituales beneficiosos que te ayuden a combatir esos “malos días”. La siguiente es una lista de hábitos matutinos creada por la escritora Vaishnavi Paliwal para mantenernos concentrados a pesar del estrés y los desafíos que la vida nos presenta.
1. Ve a un lugar tranquilo después de levantarte
Después de salir de la cama, quizas medio adormecido, muévete a un rincón silencioso en el que no te interrumpan ni tengas interacción con nadie. Levántate y abre bien los ojos lentamente para ir a la par de la calma que te rodea.
Esta práctica te ayudará a entrar en un ritmo propio y también te permitirá pensar en el día que recién comienza para ti.
Al practicar el despertar lento, obtendrás un enfoque claro en lo que tienes que hacer y cómo tienes que actuar. La calma te ayudará a buscar dudas en tu cabeza y te dará confianza durante todo el día.
2. Haz una introspección consciente y relajante
La meditación puede hacerte sentir tranquilo y cómodo con tus pensamientos. Te ayudará a reflexionar sobre tus tareas cruciales, presentes y futuras. Comenzarás a creer en tus esfuerzos. Este hábito matutino te hará comenzar el día feliz.
Si estás sufriendo por sacar tus propias conclusiones o tienes dificultades para superar el pasado, la meditación e introspección se convertirá en tu elemento transformador. Practica sesiones de reflexión contigo mismo y obtendrás la respuesta perfecta.
Algunas preguntas que puedes realizarte durante la introspecciónson:
- ¿Cómo debo implementar la solución para vencer el fracaso?
- ¿Qué funcionará mejor para mí?
- ¿Cómo puedo concentrarme en el presente evitando los problemas del pasado?
3. Expresa tu voz interior
No dudes en decir lo que quieres decir y lo que piensas sobre lo que estás reflexionando o sobre lo que te estresa.
Lo que sientes, cómo te sientes, cómo lo hiciste, quién te hizo sentir triste o feliz debe ser transmitido al exterior para aligerarte tu carga.
Para ello, toma un diario o cuaderno y un bolígrafo y luego escribe todos tus deseos, fallas y resoluciones cruciales que juegan un papel importante en tu vida. Llevar un diario de tus puntos de vista te ayudará a tomar elecciones de la manera correcta.
4. Come sanamente
Tu primera comida del día crea un equilibrio en tu dieta y es la más crucial para tu salud en general. El desayuno te aporta la energía necesaria para arrancar tu día y para que tu organismo funcione correctamente.
Como tu cerebro necesita oxígeno para pensar y tu cuerpo necesita nutrientes para trabajar, tu dieta debe incluir nutrientes de fuentes naturales como jugos, frutas y verduras crudas, avena, agua y otros elementos. No descuides tu desayuno.
Los hábitos y horarios matutinos tienen la capacidad de influir en tus días, meses y años. Según dice Colin Powell:
“Si vas a lograr la excelencia en las cosas grandes, desarrolla el hábito en las cosas pequeñas. La excelencia no es una excepción, es una actitud imperante”.
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