Por Sonora Star
Muchos de nosotros somos consientes de la importancia que tiene la paciencia en nuestro día a día. Pero existe una gran diferencia entre querer ser paciente y realmente serlo, y el mundo en el que vivimos no es exactamente propicio para la paz y la tranquilidad.
La paciencia es una virtud trascendental. Las cosas más importantes de la vida toman tiempo. Todo lo que valga la pena combina momentos de acción con momentos de paciencia. Es decir, hay momentos para trabajar duro pero también para esperar los resultados de dicho trabajo.
Cultivar la paciencia no es fácil pero tampoco imposible. Estamos tan acostumbrados a reaccionar con prisa y a andar velozmente por la vida que puede resultar complicado, pero aprender nuevos hábitos que te ayuden a cultivar la paciencia es realmente importante. Estos son cinco de ellos:
1. No juzgues
En ocasiones gastamos demasiada energía cuestionando el actuar de los demás. Pensamos en todo lo malo que creemos que hacen y en lo que deberían estar haciendo. Pero hacer esto nos genera mucha tensión interna y propicia la intolerancia, y esta a su vez provoca impaciencia.
Por otro lado, si aprendes a aceptar a los demás tal como son, es más fácil mantener tu equilibrio interior. Mantenerlo facilita la práctica de la paciencia.
2. Aléjate del conflicto
A menudo, los conflictos son un callejón sin salida. Son una expresión de inconformidad que nace del sufrimiento, ira y dolor de unos y otros. En ocasiones, ninguna de las partes está dispuesta a ceder la razón.
Los conflictos no siempre son malos. A veces pueden resultar en una experiencia enriquecedora porque nos ayudan a ver las cosas desde un punto de vista distinto. También pueden ayudarnos a reconocer los errores que estamos cometiendo. Todo depende de la manera en la que gestiones los conflictos. Sin embargo, debes aprender cómo evitar que los sentimientos negativos se acumulen para evitar un estado de tensión constante.
3. Reconoce lo que otros tienen para ofrecer
A diario, otras personas hacen cosas por ti y te ayudan de diferentes maneras, aunque a menudo no nos percatemos de ello. Ninguna de esas personas es perfecta, pero tú tampoco. Al final del día, enriquecen tu vida y la hacen mucho mejor.
Cuando ignoras lo que otros dan, terminas dando demasiada importancia a los pequeños fracasos. Solo puedes cultivar la paciencia aceptando y valorando a los demás. Si reconoces lo que otros hacen por ti, pronto te encontrarás en un lugar más generoso y pacífico. No solo contigo mismo sino con los demás.
4. Relájate un poco
Una de las peores cosas en la modernidad es la obsesión por la velocidad. Hoy en día, queremos que todo sea más rápido: el transporte, la conexión a internet, el contenido que consumimos y las charlas que tenemos con otros. Hemos perdido de vista el hecho de que las cosas más maravillosas de la vida toman tiempo. A veces, la diferencia entre una buena o mala decisión es esperar tan solo un momento.
Si deseas hacer todo de manera rápida, la estructura de tu vida no será sólida y segura. Para fortalecer la base que construyes, debes disminuir la velocidad un poco para estar atento a las oportunidades que se presenten.
5. Respira hondo
El oxígeno es uno de los nutrientes más importantes de nuestro cerebro. Tomarse el tiempo para respirar de manera adecuada por lo menos tres veces al día es un hábito muy saludable que te ayuda a cultivar la paciencia. Hacerlo es muy fácil: cierra los ojos y trata de poner la mente en blanco. Concéntrate en el aire que entra y sale de tus pulmones por lo menos unas diez veces.
Cultivar la paciencia requiere de paciencia. No es algo que puedas lograr de la noche a la mañana. Requiere tiempo, esfuerzo y compromiso, pero al final la recompensa es enorme. Es un logro que cambiará tu vida para siempre. ¡Inténtalo!
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