La “primera impresión” define la relación.

La “primera impresión” define la relación.

Fuente:EL STRATEGOS,03/06/2023 09:00 am





Por El Strategos 



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No hay dos oportunidades para dar la primera impresión. Esa es la importancia de esto. Todo relacionamiento social tiene una génesis, y ello siempre se centra en las primeras experiencias y sensaciones que tienen las personas. Estos son los momentos determinantes, y por ello la Estrategia los trata con cuidado.


Se puede pensar que una “impresión” no refleja necesariamente la realidad, porque llegar a conocer a alguien precisa tiempo y acceso a la sustancia. Pero la verdad es que las “impresiones” son una realidad en sí mismas y por eso importan mucho. Provienen, evidentemente, de apariencias y percepciones, pero no por ello carecen de valor.

Maquiavelo decía: “Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos”.

En un contexto más amplio la afirmación es: “en general, los hombres juzgan más por los ojos que por la inteligencia, pues todos pueden ver, pero pocos comprenden lo que ven”. Las personas ven APARIENCIAS, ésta es la verdad. Y no lo hacen porque carezcan de inteligencia, más bien por un elemental sentido de practicidad.

Nadie está capacitado para enfocar atención en todas las experiencias que vive. Al inicio se “ven” las cosas con simpleza y desenfado, luego, en la medida que constituyan factores que llamen la atención, se activa la evaluación consciente.

Primero se ven las cosas, luego se enfoca la atención. De aquí la importancia de una primera impresión.

No es éticamente correcto afirmar que “finalmente no importa lo que eres sino lo que los demás creen que eres”, pero sí lo es aceptar que son las apariencias las que comandan la construcción de una relación.

Estos son 14 “tips” estratégicos para gestionar esa primera impresión que define las relaciones.
 

1.- Llegue temprano a las citas o reuniones.

“Llegar quince minutos antes es ser puntual, llegar a la hora es tarde, y llegar tarde es inaceptable” (Billy Porter)

La puntualidad está estrechamente vinculada a criterios que le son preciados a la mayoría de las personas: eficiencia, productividad, rutinas, planes, previsiones.

Por esto la persona puntual siempre demuestra eficiencia, porque trabaja bien los factores que anteceden a la cita. Y de su formalidad se infiere que abordará el objeto de la reunión con la misma eficiencia.

En términos de disposición mental, la persona que llega con anticipación a una reunión o cita puede enfocarse mejor en lo que corresponda, y esto conduce a que se refuercen las buenas percepciones de ella y sus probabilidades de alcanzar los objetivos que pretende.

Ahora bien, nunca olvide lo siguiente: la puntualidad no es una virtud, es un requisito elemental en las relaciones humanas respetuosas, pero, por otra parte, la impuntualidad sí es un defecto.
 

2.- Sea empático para generar una primera impresión favorable.

La empatía es la capacidad de comprender y compartir los mismos sentimientos que otra persona. Esto es de vital importancia para el buen curso de toda interacción humana, y es mucho más valioso al principio.

Poco aprovecha ser “simpático” en los primeros contactos, y menos aún mostrarse muy “genuino”. Lo importante es sintonizar con lo que piensa y siente el otro. Luego quedará tiempo para lo demás, cuando se haya establecido una relación.

La persona empática tiene la ventaja de poder alinearse más fácilmente con las expectativas de los demás, y esto representa una ventaja estratégica.

Ser empático no tiene nada que ver con hipocresía o falsedad, es simplemente el mejor camino para “romper el hielo” e iniciar la construcción de relaciones más transparentes.

Para mostrar empatía, haga preguntas con genuina curiosidad. Escuche para comprender, no sólo para responder. Y asegúrese de mantenerse enfocado y comprometido en la interacción.


3.- Escuche activamente.

A la mayoría de las personas no les gusta repetir o responder la misma pregunta varias veces; les hace sentir que no están siendo escuchados. Y esto no es nada recomendable para una primera impresión. Por lo tanto, no sea un oyente distraído y practique la escucha activa.

Saber escuchar genera poder.

Brinde a quién habla toda su atención, no sólo respecto a lo que dice, sino también a sus intenciones. La práctica de la escucha activa puede desarrollar la habilidad de  “leer entre líneas” lo que dicen y pretenden los demás, y esta es una gran ventaja estratégica.

Bien decía Peter Drucker: “Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice”.


4.- Tenga en cuenta su lenguaje corporal y su postura.

Cuando conozca a alguien por primera vez, mantenga una postura abierta: no cruce los brazos o las piernas con fuerza, no cierre los puños ni se encorve en el asiento. Inclínese cuando hable para demostrar que está escuchando activamente y se encuentra sintonizado con la conversación. No tenga miedo de “ocupar espacio” en la mesa. Si suele hacer gestos con las manos para comunicarse, no se detenga.

Estas señales no verbales tienen un poderoso impacto subconsciente. Y no es necesario que sean parte de su carácter o personalidad, porque esto último nunca puede evaluarse en los primeros contactos.

La primera impresión es solo la carátula del libro: puede o no decir mucho sobre él, pero siempre busca llamar la atención.

Por lo tanto, hay que evitar tocarse la cara con demasiada frecuencia, colocar objetos al frente, parpadear en exceso y sentarse o pararse demasiado cerca de los demás. Algunos hábitos del lenguaje corporal incluso pueden sugerir deshonestidad, como el hecho de evitar el contacto visual y tocarse la boca, así que evite estos gestos también.


5.- Module su mensaje y tono de voz.

La exigencia de modular el mensaje y el tono de voz se vincula a la necesidad de ajustar el contenido y la forma en que se lo expresa de acuerdo a cómo se van desarrollando las cosas.

Para causar una primera impresión positiva, algo debe quedar claro: expresiones y posturas tienen que estar bajo control. En este sentido, una persona no es necesariamente “espontánea” en los primeros esfuerzos para la construcción de una relación, es más bien calculadora y práctica.

No se debe utilizar un tono de voz agudo que pueda parecer infantil o nervioso, especialmente si se usa una inflexión ascendente al final de las oraciones. Según el Corporate Finance Institute, las personas que realizan entrevistas de trabajo pueden tener la impresión de que un candidato es inseguro si habla con una inflexión ascendente. Esto se debe a que las inflexiones ascendentes hacen que las oraciones se parezcan más a preguntas que a declaraciones.

Asegúrese de hablar con claridad y a un ritmo constante (ni muy rápido ni muy lento), y evite palabras de relleno como “um”, “ah” y “me gusta”, porque esos términos muestran vacilación.


6.- Elija sabiamente sus palabras.

Las palabras importan, mucho más de lo que se piensa. Las frases positivas y persuasivas abren puertas y permiten que las personas se sientan cómodas en su presencia, lo que finalmente provoca que estén más dispuestas a colaborar con usted.

El lenguaje positivo no necesita ser cursi o moderno, puesto que se puede animar a una audiencia simplemente siendo claro y directo.

Esto es especialmente valioso si está construyendo una primera impresión en una entrevista de trabajo. Si quiere que los empleadores potenciales lo encuentren positivo, flexible y capaz, use un lenguaje que refleje optimismo y predisposición en lugar de negatividad.


7.- Vista a la perfección para causar una primera impresión positiva.

Independientemente de lo poco que le importe estar a la moda, la forma en la que se viste tiene importancia vital en el afán de establecer una primera impresión. No solo se trata de lucir pulcro y ordenado, también de igualar o superar el nivel de formalidad de la persona u organización con la que está tratando.

“Usted es su marca, especialmente si es propietario de un negocio, por lo que es importante asegurarse que su apariencia comunique lo mejor de sí mismo”, explica Laurel Mintz, directora ejecutiva de Elevate My Brand.

Si desea exponer sutilmente su personalidad, incluya algún accesorio que pueda considerarse un elemento memorable y tema de conversación. Esto puede ser cualquier cosa, desde una pieza única de joyería hasta una elegante corbata o un par de calcetines divertidos.

Un ejemplo de esto es el ex reportero de televisión de Jacksonville, Florida, Ken Amaro, conocido por lucir una pajarita en todas sus apariciones en televisión. Si bien usa el atuendo profesional típico de la mayoría de los reporteros, la pajarita lo ayuda a destacar. Hasta el punto que incluso se convirtió en el nombre de un torneo anual de golf en Jacksonville: The Ken Amaro Bow Tie Golf Classic.


8.- Haga contacto visual.

Concéntrese en la persona o personas con las que está hablando. Es difícil conectarse con alguien cuando se mira una pantalla, así que trate de hacer contacto visual con todos los presentes.

Tome en cuenta qué si algunas personas aún no están convencidas o inclinadas a estar de su lado, es posible que se enfoquen más en su boca o en cualquier material de presentación que esté usando, en lugar de sus ojos. Esto puede dificultar mucho el mantenimiento del contacto visual. Pero si habla de manera clara, concisa y parece confiado, eventualmente podrá ganar la atención de su audiencia y retomar el contacto visual.


9.- Conozca a su audiencia.

Haga su tarea, investigue un poco. Si la reunión está planificada con anticipación, existe el tiempo necesario para saber bastante sobre las personas con quienes se tomará contacto.

Esto no cuesta mucho, casi nada, pero genera una retribución enorme.

En lo que respecta a la Estrategia, la sorpresa siempre debe planificarse. Porque así genera un doble impacto. Cuando personas que no lo conocen bien se den cuenta que usted sabe bastante de ellos, se sorprenderán. Que lo hagan de forma positiva o negativa ya depende de usted y de todos los otros factores que se están tratando.


10.- Vaya preparado para generar una primera impresión positiva.

No hay nada peor que una reunión improductiva. Para dar una buena primera impresión, respete el tiempo de todos. Si se va a reunir con alguien que trabaja de forma remota, planifique en consecuencia. ¿El WiFi de la computadora es fiable? ¿Los dispositivos están cargados y funcionando correctamente? ¿Ha probado la cámara web?

Lo último que se quiere es que una reunión o entrevista dure mucho porque alguien se pasó la mitad del tiempo arreglando un percance incómodo. Este tipo de primera impresión no se olvida fácilmente.


11.- Sea auténtico.

Si bien es cierto que la construcción de apariencias, percepciones y afinidades es vital para causar una primera impresión positiva, esto no quiere decir que se presente ante otros como alguien que no es. Si no sabe la respuesta a alguna pregunta, no finja. La capacidad de apoyarse en sus debilidades demuestra que es consciente de sí mismo.

Sin embargo, tampoco enfatice demasiado sus defectos. Resaltar demasiado las debilidades puede provocar un enfoque en los aspectos negativos y convertirlos en la parte más importante de la impresión general.

Si bien no es conveniente ocultar ninguna debilidad (es probable que la gente las descubra de todos modos), el objetivo es exponer cualidades.
 

12.- Guarde su teléfono.

Eso también aplica para otros dispositivos electrónicos. Una cosa es usar la tecnología para realizar una presentación, pero si los dispositivos no son necesarios, hay que apagar sonidos, vibraciones y pantallas.

Preste toda tu atención a las personas que conoce por primera vez. Así transmite compromiso y buenos modales.


13.- Haga una conexión.

En la primera reunión que sostenga con alguien, trate de forjar una conexión basada en algo que compartan. Puede ser una escuela o universidad en común, la ciudad natal, un hobby, la afición por los colores de un equipo deportivo, etc. Eventuales conexiones extra profesionales son una excelente manera de establecer una buena primera impresión.

Apéguese a las conexiones que puedan unir, porque ellos son factores mucho más genuinos que los cumplidos.
 

14.- No olvide hacer seguimiento para consolidar la primera impresión.

Después de la primera reunión, no olvide hacer el seguimiento enviando la información que corresponda: notas, documentos de presentación, próximos pasos o un simple correo de agradecimiento.

Estos gestos ayudarán a demostrar que toma en serio las conexiones hechas y la información compartida, y que las está convirtiendo en una prioridad en lugar de una tarea más para marcar en la lista de pendientes.

Enviar información actualizada después de una reunión también puede ser una forma de obtener una “segunda oportunidad para causar la primera impresión”. Porque ayuda a mostrar otro lado de usted o de su negocio, tal vez uno más responsable. También permite aclarar cualquier malentendido o ampliar los puntos planteados en la reunión inicial.


Conclusión.

No permita que una primera impresión negativa se interponga en su capacidad para conocer a alguien. Siga estos 14 consejos estratégicos para asegurarse de que la primera vez que se reúna con alguien no sea la última.


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